El bebé en la cuadragésima semana de embarazo
Aunque en esta semana se cumplan los 9 meses previstos para el nacimiento, no se preocupe si el bebé tarda en salir, prefiriendo quedarse al calor y la seguridad de su cuerpo durante algunos días o incluso semanas más.
Al prolongarse el embarazo, los controles médicos son más frecuentes, pudiendo realizarle alguna otra prueba para ver si el bebé está bien.
El bebé ya es grande y apenas puede moverse en el interior del útero. Está tan acostumbrado a la posición fetal, que incluso después de nacer, su cuerpo permanecerá durante algunas semanas así.
Su cuerpo ya está preparado para la vida fuera del útero. Lleva varios meses acumulando grasa (un 15% de su peso corporal) para poder mantenerse caliente en el exterior. También posee almidón en el hígado para transformarlo en glucosa después del parto y reservas de líquido.
El peso medio que suelen tener los bebés es de 3,5 kilogramos y 50 centímetros de longitud (los niños son un poco mayores que las niñas).
La mujer en la cuadragésima semana de embarazo
Ahora que está cerca el final del embarazo, es bueno reflexionar sobre la increíble transformación que ha sufrido su cuerpo durante los últimos nueve meses. El útero es mil veces más grande que el de una persona no embarazada. Y los senos son el doble o triple de grandes, ya que están preparados para la lactancia materna. Cada mama pesa ahora alrededor de medio kilo más.
Como hemos comentado arriba, no todos los bebés se deciden a salir a las 40 semanas. No existe retraso hasta las 42 semanas.
Seguramente estará nerviosa, y deseando que acabe todo para ver a su hijo. Aunque parezca imposible, lo mejor es relajarse, considerando estos últimos días como una oportunidad para dedicarse algo de tiempo a sí misma, ya que cuando nazca el bebé este necesitará atención constante, y pasará algún tiempo antes de que recupere su independencia. Por ello, vea una película, lea un libro…
Los expertos recomiendan lavar las ropas que vaya a llevar el bebé, porque algunas prendas son tratadas con productos químicos para mantener su textura y color, que pueden ser irritantes para la sensible piel del recién nacido. Para lavarlos, use un detergente suave no biológico.