El bebé en la trigésimo octava semana de embarazo
Es raro saber que en cualquier momento puede que se ponga de parto, aunque oficialmente todavía queden dos semanas para que se cumpla el plazo establecido. El ochenta y cinco por ciento de los bebés nacen en las dos semanas anteriores o posteriores a la fecha prevista. Esto no implica dejarlo todo, esperando que llegue el momento, ya que el pequeño podría decidir quedarse un buen rato donde está.
A vez que la madre está atenta a cualquier señal que avise el parto, el bebé también experimenta cambios: pierde el lanugo, el fino vello que ha cubierto su cuerpo durante meses, aunque le pueda quedar algo al nacer, en los hombros, la frente o el cuello. También habrá perdido toda o casi toda la vérnix caseosa, la sustancia cremosa que protegía su piel del líquido amniótico.
Puede que se pregunte donde van estos residuos. Una parte acaba en los intestinos del bebé, donde forma parte del meconio. El meconio es una sustancia viscosa de color negro verdoso que llenará el primer pañal del bebé. También hay células muertas, líquido amniótico y productos de desecho procedentes del hígado, el páncreas y la vesícula del niño. Los riñones del bebé también filtran parte de estos residuos, pero no funcionarán plenamente hasta después del parto.
El bebé ya no experimenta grandes cambios de altura y peso. Seguramente su desarrollo termine en torno a los 50 cm de longitud y los 3 kilogramos de peso.
La mujer en la trigésimo octava semana de embarazo
El bebé está adquiriendo su máximo tamaño y peso, aparte de que puede que ya se haya producido el encajamiento.
Todo ello provoca una mayor presión sobre su vejiga, yendo usted al baño mucho más de lo que jamás creyó posible. Aunque le resulte incómodo, no deje de beber agua para mantenerse bien hidratada, teniendo siempre una botella grande al lado para no estar yendo a la cocina cada dos por tres.
Es buen momento para repasar las notas que ha tomado en su clase de preparación para el parto, pensando en qué posición desea dar a luz. Como le habrán comentado cada mujer es diferente. Algunas prefieren estar de pie durante las contracciones, otras están mejor poniéndose a cuatro patas, sentadas en una mecedora… Se deben practicar ahora las distintas posiciones, porque puede que ni usted ni su pareja recuerden todas las posibilidades con los nervios del momento.
Tiene que pensar ya en que debe volver con el bebé a casa, por lo que es un bueno momento para comprarse una silla de seguridad infantil para el coche, alquilarla o pedirla prestada. Las buenas, se instalan de espaldas a la marcha, ya que es más seguro. Sólo el 5% de los bebés nace en la fecha prevista, así que es bueno tener esto resuelto con antelación.