El bebé en la trigésimo primera semana de embarazo
A mediados del tercer trimestre muchos médicos y comadronas recomiendan a las madres controlar el movimiento del feto. Es algo muy sencillo de realizar, que se debe hacer todos los días, y más o menos a la misma hora.(si es posible, la hora de mayor actividad del bebé). La madre debe estar tumbada, y debe cronometrar el tiempo que tarda en sentir diez patadas, giros o aleteos, es decir, cualquier tipo de movimiento.
Lo ideal es que suceda en menos de una hora. Hay veces que sólo se tardan unos minutos, según la hora del día. Si pasa una hora sin movimiento, no se preocupe, coma algo ligero, túmbese boca arriba y vuelva a intentarlo. Es normal estar 30 o 40 minutos sin notar al bebé, ya que puede estar durmiendo. Si aun así no nota nada, avise a su médico. No obstante, si permanece sentada en silencio durante un par de horas, se siente que el bebé se despierta al menos una vez.
Según vayan pasando las semanas el bebé se notará menos activo, ya que el movimiento del bebé es cada vez menos errático y más organizado. Además es mucho más grande, por lo que no tiene tanto espacio en el útero como hace algunas semanas.
El bebé lleva varias semanas en posición fetal, con las piernas encogidas. Pesa alrededor de 1,5 kilogramos y mide unos 28 centímetros de la cabeza a las posaderas (43 centímetros estirado). Aún tiene que crecer más, si no en longitud, sí en peso, engordando casi otro kilo este mes. En nueve semanas lo tendrá en sus brazos.
La mujer en la trigésimo primera semana de embarazo
Durante el embarazo puede haber notado que se quedaba sin aire. Ahora le resultará todavía más difícil respirar bien, ya que el útero empuja el diafragma hacia los pulmones.
Si la barriga le cae hacia abajo abajo, respirará mejor que las mujeres que la llevan alta. Si nota que le cuesta respirar, lo mejor es tomarse las cosas con calma, respirando hondo varias veces.
Hacia la semana 37 o 38, puede que respire mejor, ya que el bebé bajará hacia la pelvis, para prepararse para el parto, aliviándole la presión sobre el diafragma y los pulmones.
Seguramente habrá estado alerta desde mitad del segundo trimestre a los síntomas de parto prematuro. Ahora que está en el tercer trimestre, su cuerpo puede que comience a hacer prácticas de parto, es decir, a realizar unas contracciones llamadas ‘contracciones de Braxton-Hicks‘. Son diferentes a las que anuncian un parto prematuro y no son motivo de alarma.
Las de Braxton-Hicks son irregulares y desaparecen al cambiar de posición o pasearse por la casa.
Puede parecer que las madres son las únicas que se preocupan por el embarazo, notando muchos cambios. Aunque parezca increíble, los padres también (está claro que a menor medida).
Las investigaciones afirman que el 60% de los hombres presentan alguna clase de síntomas físicos cuando su pareja está embarazada. Lo más probable es que estos cambios sean consecuencia del deseo del hombre de ser parte del embarazo, ya que, también éste va a cambiar su vida.
Puede ser un buen momento para pensar en quien podrá ocuparse del bebé cuando vuelva al trabajo. Existen varias opciones: dejarlo con un familiar, llevarlo a una guardería, contratar una canguro… que son conveniente investigar.
Aunque puede darse el caso de que no sea necesario que alguien se ocupe del bebé durante todo el día, es posible que desee que le recomienden varias canguros para ocasiones especiales. Si se lleva bien con sus compañeras de clase de preparto, puede ser una buena idea formar un círculo de canguros.
Aunque le parezca temprano, si resuelve esta cuestión ahora, tendrá una cosa menos de qué preocuparse cuando esté cuidando a su bebé.