El bebé en la vigésimo sexta semana de embarazo
El bebé ya puede flexionar algunos de los músculos que le permitirán alimentarse: la boca y los labios. El instinto de mamar es tan fuerte que si su mano pasa cerca de su cara, se chupará el dedo pulgar o cualquiera de los demás dedos.
Es común ver en las ecografías a los bebés chupándose el dedo pulgar. De hecho, algunos bebés nacen con ampollas en los labios, dedos o manos de tanto chuparlas. Este es uno de los más de 70 reflejos con los que nacerá el bebé.
Otro de los reflejos es agarrar las cosas. Los recién nacidos agarran el dedo con una fuerza sorprendente. Eso es porque cuando estaban dentro de la tripa ya practicaban, agarrando y estirando el cordón umbilical para mejorar su agilidad prensil. No se preocupe: el cordón está preparado para ello.
Las fosas nasales del bebé empiezan a abrirse, lo cual le permite practicar la respiración con sus músculos y sus pulmones. Por supuesto, no tiene aire que respirar, de modo que ‘inspira’ y ‘espira’ líquido amniótico. Así al nacer sabrá respirar el aire necesario para vivir.
El feto mide ahora unos 33 centímetros de largo y pesa unos 800 gramos.
La mujer en la vigésimo sexta semana de embarazo
La madre tiene que comer por ella y por su futuro hijo, por lo que debe ser responsable en la dieta y la frecuencia de las comidas. También es necesario comer bien por su salud. Ya que si el nivel de azúcar de su sangre es bajo puede sentirse mareada, temblorosa y cansada. Una ayuda para que eso no pase es realizar comidas ligeras y frecuentes. Al salir de casa es bueno llevar pequeños tentempiés, como fruta o yogures, para tener siempre a mano algo nutritivo que llevarse a la boca.
Puede que le asalte la duda de si es bueno comer comida picante durante el embarazo. No se sabe realmente cual es el efecto que causan. Por lo general, si le gustan las comidas picantes y su cuerpo las tolera, puede seguir tomándolas. Lo que no es recomendable, es probar alimentos a los que no esté acostumbrada, ya que pueden causarle molestias estomacales, tanto si está embarazada como si no.
Si su embarazo no es de alto riesgo y dependiendo de cual sea su trabajo, seguramente podrá seguir trabajando hasta el mismo día del parto. De todas maneras, conviene que realice algunos cambios en su día a día para estar cómoda, como intentar poner los pies en alto tan a menudo como sea posible, favoreciendo con ello la circulación y reduciendo las hinchazones.