El bebé en la vigésimo quinta semana de embarazo
El feto va engordando cada día un poquito más, ya que sigue acumulando materia muscular y grasa. Adquiriendo relieve. Ya mide un poco más de 30 cm y pesa unos 680 gramos.
La piel todavía es fina, arrugada y pálida. A partir de ahora comenzarán a salirle pequeños vasos sanguíneos, llamados capilares, por debajo de su piel, que le darán un color rosado.
La corteza cerebral está formando capas. La mayor parte de las acciones del bebé están controladas por las zonas del cerebro que se desarrollaron primero. La corteza cerebral del ser humano es la estructura cerebral más elaborada de todo el reino animal y nos da la capacidad de pensar, idear y sentir de forma compleja.
La mujer en la vigésimo quinta semana de embarazo
Siente como sus órganos comienzan a aplastarse. Es culpa del tamaño del útero, que mide ya como un balón de fútbol: mide unos 25 cm de diámetro desde el hueso púbico hacia arriba, hasta un punto a mitad de camino entre el ombligo y el esternón (el hueso donde se juntan las costillas).
Lo común es realizar un análisis de orina en cada visita al doctor. Es probable que le hagan un análisis de tolerancia a la glucosa, entre las 24 y las 28 semanas. Se realiza para detectar síntomas de diabetes gestacional, una alteración que eleva el nivel de azúcar en sangre, pero que suele desaparecer tras el parto. Ente el 2% y el 5% de las mujeres embarazadas la padecen. No tenga miedo por la prueba, ya que es muy simple. Le darán a beber un vaso con una solución azucarada, y unas horas más tarde le tomarán una muestra de sangre para analizar su nivel de azúcar. Si es demasiado elevado, puede que tenga que seguir una dieta especial y, en algunos casos, tratarse con insulina.
La necesidad constante de ir al baño a orinar puede resultar una de las peores molestias del embarazo. Por inconveniente que sea, debe vaciar su vejiga en cuanto sienta la necesidad. Las infecciones del tracto urinario (ITU) son muy comunes durante el embarazo y pueden estar causadas o agravadas por no orinar inmediata o completamente.
Para saber su sufre de ITU debe conocer los síntomas que se tienen. Se suele tener una necesidad frecuente de ir al baño, y a veces puede que aunque tenga muchas ganas no ocurra nada. También puede sufrir escozor o dolor al orinar o quizá la orina tenga un olor desagradable. Si nota alguno de estos síntomas, llame a su médico en cuanto pueda. Las ITU se curan fácilmente, pero pueden causar graves complicaciones si no se tratan bien durante el embarazo.
¿Su pareja le ha dicho que ronca al dormir? El aumento de estrógenos durante el embarazo provoca congestión, lo que puede hacer que ronque.